Lily Kruse escribió sus primeras poesías cuando se vio rodeada de nietos traviesos e inquietos. Al descubrir que cuando nos inventaba un cuento nosotros disfrutábamos tanto (y también porque solo así nos quedábamos quietos), comenzó a escribirlos desde antes de que llegáramos a su casa, y por alguna razón se le ocurrió escribirlos en verso. Con su gran creatividad, esto se convirtió en una labor muy productiva; una vez se le ocurrieron ocho poesías en un solo domingo! En días de inspiración le llegaban a la mente las estrofas completas, sin que fuera necesario cambiarles una sola palabra para hacerlas rimar. Y cuando la sorprendían las ideas sin papel a la mano, las terminaba escribiendo aunque fuera en una servilleta. De hecho una vez nos contó que en un paseo a la playa, escribió uno de los más bonitos, “Los cangrejos”, en la tapa de de una caja de galletas de soda.
Desde hacía un tiempo, Yiyi se había incorporado a un taller de literatura con el profesor Carlos Catania. En algún momento, le mostró las poesías a sus compañeras del taller. Y fue su amiga Marilyn Echeverría, reconocida autora costarricense que escribe bajo el seudónimo de Lara Ríos, la primera que le dijo que su creación literaria era un trabajo muy valioso, y que podría ir más allá de una forma de entretener a los nietos. Así nació la idea de publicar la selección de poemas que luego tituló Barquitos de papel. De hecho, les voy a contar algo que yo descubrí hace poco. El primer poema de “Barquitos de papel” es dedicado a Lara Ríos. Se llama Mis versos chiquitos.
“Estos son mis versos,
mis versos chiquitos,
que algunas personas
encuentran bonitos.
¿Que de dónde vino
esta inspiración?
es que era de azúcar
mi dulce algodón.”
El poema hace alusión al libro “Algodón de azúcar” escrito por Lara Ríos, y es así como Yiyi hace un pequeño tributo a su amiga escritora que le dio la idea de publicar su poesía para niños.
Preparó entonces una compilación de poemas que fue seleccionada por la Editorial de la Universidad Autónoma de las Américas. Dicha editorial andaba en búsqueda de buena literatura infantil, y lo publicó en 1982 con bellísimas ilustraciones de Franco Céspedes. Cuando llegó el momento de ponerle título, encontró que Barquitos de papel era perfecto porque ya tenía cuatro poemas inspirados en barquitos, y podía darle un hilo al libro al hacer cuatro capítulos y comenzar cada uno con un poema de barquitos. El primer capítulo es para los niños más pequeños, y comienza con Barquito chiquito.
Barquito
chiquito,
quiero ir a pasear
Por todos
los ríos,
también por el mar.
Ir sobre
las olas
bogando veloz,
que el cielo
y el agua
nos vean a los dos.
Barquito,
es cierto,
eres de papel.
Mas viajas
tan firme,
como un gran bajel.
Barquito
bonito,
quiero navegar.
por todos
los lagos,
también por el mar. . .
jueves, 28 de agosto de 2008
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